A lo largo de la vida nos alejamos de nuestro propósito y nos vamos llenando de condicionamientos, heredamos creencias que damos por ciertas, adoptamos comportamientos de acuerdo a nuestro entorno familiar y cultural y poco a poco nos convertimos en entes aceptados socialmente. Hasta llegamos a pensar que eso en lo que nos hemos convertidos somos nosotras. Así vamos por la vida durante la adolescencia y entramos a la edad adulta donde nos llenamos de responsabilidades y compromisos personales y sociales. Estudiamos, trabajamos, formamos relaciones más estables e incluso formamos familias y lazos duraderos.
Entre la familia, la escuela, nuestros maestros y las personas que ocupan el rol de modelos en nuestra vida, nos vamos adaptando y desarrollando habilidades y comportamientos de supervivencia y convivencia. Nuestros modelos pueden ser miembros de nuestra familia como nuestros padres y abuelos, pero también figuras públicas, líderes religiosos y hasta figuras políticas. Más recientemente, las redes sociales juegan un papel importante en cuanto a la información que consumimos y lo que permitimos que entre en nuestra mente y nuestro campo energético. Esto puede ser una influencia positiva aunque es siempre recomendable escoger lo que es bueno para cada una de nosotras.
El tiempo pasa y, afortunadamente, llega un momento en la vida en el que se despierta el deseo de cuestionarnos y de cuestionar todo a nuestro alrededor, el deseo de conectar de nuevo con nuestra esencia. Esta es una época de mucho aprendizaje y un viaje interno maravilloso hacia el alma. Las cosas materiales nos parecen menos relevantes y nuestro interés por lo espiritual toma mayor importancia.
Es aquí, durante esta etapa de nuevo florecimiento, que tratamos de encontrar un balance pues sabemos que hemos dedicado tiempo a todo y a todos, las responsabilidades nos han consumido y hay cosas que no hemos hecho. Sabemos que es momento de tomar lo aprendido, de sacar lo mejor de las experiencias de vida, de armarnos de valor y escuchar nuestro interior. Merecemos vivir en abundancia, dar gracias y trabajar en nosotras mismas. ¡Sentirnos vivas, sentirnos plenas!
Hazte miembro del grupo y comparte en los comentarios tu experiencia. Recuerda que este es un espacio para ti, un espacio para compartir y aprender.
¡Deseo que tu Camino de Vida esté lleno de luz!
Edna
Comments